Su nombre real es Hacienda de la Rihuela pero fue rebautizada por “La casa de la Loca”
Apartada de la carretera principal y situada al final de un camino polvoriento se encuentra esta antigua casa de dos plantas.
En esta casa han ocurrido varias desgracias en el pasado.
La leyenda: Una joven de acomodada posición cuyo nombre era Gabriela se enamoró perdidamente del hijo del guardia de la finca. Era un amor imposible, ya que no gozaba de la aprobación del padre de la muchacha. A pesar de todo, la joven aprovechaba cualquier ocasión para ver a su amado. Cuando el padre lo descubrió, obligó al muchacho a alejarse de su hija y cuando ella se enteró perdió la razón y quedó recluida en aquella casa donde falleció en su locura. De ahí el nombre de esta casa.
La realidad: En el registro de la hemeroteca se puede comprobar que en la fuente donde la gente del pueblo recogía el agua fusilaron a cinco hombres durante la guerra.
El 26 de julio de 2010 unos drogadictos pasaban la noche allí y uno acabó matando a otro a martillazos en la cabeza. Su nombre era José Antonio Cordero Garrido, alias “el Chato”, el nombre del asesino es Juan Lara Gómez, un vecino de Coria del Río con el que había estado consumiendo drogas junto a una prostituta que poco después del crimen desapareció y de la que no ha vuelto a saberse absolutamente nada.
Para el fiscal, fue la sospecha de que “el Chato” y la mujer habían mantenido relaciones sexuales lo que llevó al asesino a pertrecharse de un martillo con el que destrozó la cabeza a su víctima, aprovechando para ello que se había agachado para atarse los cordones de los zapatos, una vez que lo vio regresar de su propio coche, donde había estado junto a la mujer. Tras los primeros golpes de martillo, el homicida se aseguró de que acababa con la vida de su víctima aplastándole la cabeza con una piedra.
El asesinó fue condenado a 12 años de prisión.
Se han visto sombras y escuchado pasos a lo largo de muchos años. También se han obtenido psicofonías.
Varios son los testigos que afirman haber visto a una persona mayor paseándose por una habitación a la que no hay acceso por escaleras.
Francisco del Toro:«Aquel día me encontraba en la casa, recogiendo audios y tratando de observar cualquier cosa extraña que pudiera producirse. Entonces,al caer la noche, pude ver en una ventana una forma encorvada,una figura humana allí arriba, donde es imposible que hubiera nadie porque, en primer lugar,no hay escaleras para subir,y segundo, porque yo sabía perfectamente que no había nadie allí… No sé lo que era aquella forma, pero desde luego la vi perfectamente».
Diego Reinares es un redactor del programa de Tele 5 El Buscador de Historias, que pudo vivir en persona los fenómenos que allí se producen. En una noche repleta de sucesos extraños, Diego pudo escuchar perfectamente unos pasos dados por «algo» invisible y que quedaron registrados por los micrófonos de las cámaras. Por si fuera poco, el periodista escuchó una voz susurrante de origen desconocido que lo llamó cuando se encontraba en el jardín interior de la casa.
Manuel F. se encontró con alguien que le observaba desde los restos del mirador.«Era una señora mayor, vestida con ropa oscura y pelo canoso, que miraba con cara de tristeza»,«Fue cuestión de segundos, pero al llegar al pueblo pregunté y me dijeron que, si había sido en ‘la Casa de la Loca’, era el fantasma que habita el lugar».
